Los girasoles siempre han llamado mi atención, me atrevería a decir que son las flores más inteligentes que existen, siempre en busca del sol, de esa luz que les da la vida. Son únicos en su baile de este a oeste, marcando los ciclos de cada nuevo día y yo admiro esa magia natural. En alguna parte leí que los girasoles simbolizan la fuerza, la energía, la vitalidad, la positividad…, sea como sea su colorido y majestuosidad no dejan indiferentes a nadie.
Por ello, no podía dejar pasar la oportunidad de confeccionar un ramo de girasoles con mis hilos. Es uno de los cuadros que hice con más amor porque sentía como estos se iban deslizando entre mis dedos, dándoles la oportunidad de seguir brillando con luz propia. Os aconsejo ubicar este cuadro en un salón o espacio luminoso porque son flores de verano, coloridas y de gran vitalidad. Incluso son perfectos como detalle para regalar porque siempre gustan y no aburren visualmente, transmiten elegancia y personalidad. ¡Espero las disfrutéis!Est
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